sábado, 31 de mayo de 2008

COARTADA DE OTRA COSA


DEVOTO DE CORAZONES
Filminuto para celular de James Delgado



Por James Delgado

Me gustaría pensar en un asesinato virtual. Los pixeles son la tierra que nada tapa sino que suplanta. Las combinaciones acechan posibles verdades en medio de gran cantidad de mentiras. No hay algo antes ni después, todo está presente siempre. Casi no importa, lo único que puede quedarse es la tranquilidad absoluta, entonces me quedo hasta donde puedo, ¿y qué veo?

La transparencia no es invisible ni borrosa ni ausente. En ella corren los elementos. He desarrollado cierta firmeza ante el dolor y he sido testigo de lo que hay más allá. Cada vez más, todo es menos necesario. Devoto de Corazones nos engaña. Inmediatamente puede sentirse que es la coartada de otra cosa. Alguien o algo deben estar perpetuando la obra en otro lado mientras somos engatusados por la supuesta presentación. James nos somete a ser conscientes y quedarnos inactivos. Se abre la puerta del otro lado no para que entremos sino para que ellos ingresen. Se invierte la dirección vida-muerte.

Me apoltrono en el lugar escogido y espero la llegada. El lugar se llenará de espíritus hasta que la materia se mueva. Sigue allí Devoto de Corazones pretendiendo no ser visto. Ardid. Consciencia sin causa ni efecto. Parece que hubiera llegado la hora de no hacer. Tarde o temprano se moverá lo sólido y nadie podrá culpar a nadie. Es una ventana por donde entra el aire sideral. Exposición permanente al infinito. Insolación universal. Enfermedad del paseo eterno. Nausea inmortal. Mamá-amante. Momento molesto.

Juntos yacemos engañados conscientemente. Devoto de Corazones intenta decírnoslo pero no le importa. Confía el artista en lo que a través de la obra viene. Consciente e inconscientemente el planeta se atiborrará de energía y los cuatro, cinco o seis elementos pasan a segundo plano. Atranco en la orilla de la inmensidad.

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