viernes, 16 de mayo de 2008

TANTAS ILUSIONES PARA TANTOS DESILUSIONADOS



COLLAGE DE LA PAZ
Artista: Juan Carlos Acevedo

Por James Delgado

Las heridas por donde Juan Carlos se introduce a la creación conforman el relieve de su obra. De ella brotan elementos que gesticulan aunque no sea claro su mensaje. Me tumbo en el pasto perceptivo rodeado de ebrios amigos descompuestos por la mueca. En esta zona el tiempo se liquida, el humo envuelve el área protegiendo sus criaturas. Estamos juntos y no nos vemos: es el júbilo.
Los ecos resuenan y son música. Bailamos intentando no volver. La principal ansiedad que me embarga es la pregunta. Amarro los plásticos de todos lados para tensar el tambor que deviene por sí mismo.
No hay pintura, no hay imagen, hay sonido, sonido del cuero rígido, pequeñas herramientas para coparse de utensilios. El artista se entierra bajo su labor. Estoy repleto y me quedo, el aire es remplazado por el encaje.
Siento que es difícil comunicar lo que percibo en Collage de Paz pero no me preocupo, ya me he acostumbrado a vivir dentro del arte, el centro de la imaginación. En verdad espero reflejar en algo la imposibilidad que vive en esta obra de Acevedo. El arte en este caso contiene la roca dura que desanima y desestiman los facilistas. No hay demasiada jornada entre el plano y el artista, no hay tampoco reflexión cómoda, se trata del trabajo constante que por alguna característica fundamental viene a formarse tal y como la presenciamos en estos collages.
Es pues dicha particularidad el eje del impacto en Juan Carlos Acevedo, movimiento alejado de sí, bocanada corrompida donde la mente ordinaria no logra penetrar, desintegración que Juan Carlos retiene con sus manos como otros artistas cada uno sólo en su cuarto unidos por el vaho.
El espejo inmoviliza el tiempo en grandes baños de contacto amigable. Se escuchan las voces de niños-adultos mientras sus mujeres y parejas se exhiben silenciosas. Un dedito dibuja en la ventana la velocidad sin importancia del paisaje eterno, tantas ilusiones para tantos desilusionados.

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