viernes, 15 de agosto de 2008

La pintura transferencia de la fotografía

EVANESCENTE
Fotografías de Olga Lucía Hurtado


La ciudad hoy nos re-presenta, es el símbolo de la sociedad actual, donde se concentra el desarrollo, se sitúa el gran comercio, la especulación y transformación del territorio; donde las redes de los hombres se extienden a través de los diferente medios de comunicación, pero donde cada uno de los hombres que la habita tiene su propia experiencia frente al paisaje que lo acompaña en su cotidianidad, es su propia construcción que se mueve entre lo ideal y lo real.

Así, la exposición que presenta la artista Olga Lucía Hurtado es una presencia de una estética de lo sublime y lo siniestro. En la muestra se presenta una serie de fotografías que obedecen a un referente que es la pintura.

Esta artista ha encaminado su búsqueda plástica a expresarse a través de medio pictórico, pero hoy presenta su temática paisajística no en la pintura como a la cual nos ha tenido acostumbrados, sino en la fotografía que es reveladora de los momentos de alteraciones geográficos-ambientales que presenta la urbe en su periferia.

Es importante resaltar que la fotografía de Olga Lucia mantiene elementos de su pintura, lo que indica simplemente un cambio de soporte para evidenciar y enriquecer la propuesta conceptual y no un abandono caprichoso de la artista a la pintura, sino una petición que esta producción plástica exige porque no cabe dentro del mundo pictórico. Cada uno de sus registros logra colocar al espectador en dos sintonías: la primera que conlleva a la contemplación y admiración por el paisaje, dando un poco de ensoñación al visitante; la segunda ocurre cuando el espectador en ese ánimo de contemplación logra descubrir el problema que registra la fotografía, en este caso la alteración del paisaje a causa de los procesos de industrialización que conduce el hombre a partir de su interés por “modernizar” su mundo. Es allí donde Olga Lucia reafirma su gran interés dentro de esta producción focalizando su mirada sobre los problemas contemporáneos en relación a la planificación urbana.

Hoy la fotografía obedece dentro de la plástica a las mismas dinámicas que otros soportes han presentado a lo largo de la historia del arte; ésta ya no es más un elemento técnico capturador de instantes, sino que plantea una concepción estética conciente por el artista, donde se elevan unos espacios discursivos fotográficos. Así en la práctica fotográfica del artista está el saber -hacer y el saber –ver, este último es por el cual se inclinan los artistas plásticos por considerar que logra materializar el sentido de la vista, proporcionando una renovación por la representación. El artista no hace fotografía sino una práctica fotográfica.

jueves, 14 de agosto de 2008

EL CICLO ENMUDECEDOR



EXPOSICIÓN DE DIBUJO PRIMER SEMESTRE 2008

El dibujo de la exposición de dibujo de primer semestre (Bellas Artes Manizales 2008) me planta ante el interesante devenir que permite el arte al interior de sí mismo. El diseño que se exhibe en estos bosquejos preliminares redunda inevitablemente en el topetazo inicial con el misterio de la creación y sus conceptos: artista-arte-obra-espectador.

Comienzan los croquis del mundo personal relacionados a la mirada del otro y sus apuntes mentales que en la mayoría de los casos son ingenuos y errados, pero que no por ello dejan de estar ahí en el terreno del encuentro. Es vivir y dejarse tocar para descubrir lo que hasta hace muy poco solo era brisa. Se delinean los ojos y con ellos las manos, y entre ellos lo invisible. Los sentidos se abren en anteproyectos rebosados de necesidades de choque. Primero los secretos de cada quien y luego los universos con sus nociones: yo-ello-superyo.

Este proyecto muestra el esquema inicial situado en su inocencia característica donde los discípulos comienzan la travesía. Los planos hacen alarde de candidez con pequeños matices irregulares de futuros inexorables. Se salen sin pensarlo buscando la colisión, la cicatriz, el recuerdo, la pena, el arcano de la individualidad y la identidad, la voz propia, la subjetividad.

Empezar con estos futuros artistas el viaje por lo oscuro y desolado donde los párpados mueren y las cabezas caen será la situación dramática que por enésima vez inaugura el rumbo al equívoco que conforma la verdad. Nos encontraremos egresados, profesores y alumnos en el espacio que el arte convoca y magnetiza para medir nuestros hallazgos vitales que codo a codo se funden en la muerte. Unos más conscientes que otros conformarán la historia y verán sin compasión el ciclo enmudecedor de la unidad en la diferencia.

CRISIS ECONÓMICA Y PSICOLÓGICA MÁS QUE ECOLÓGICA


EVANESCENTE
Fotografías de Olga Lucía Hurtado

Con las fotografías que Olga Lucia Hurtado nos propone en EVANESCENTE hay que detenerse un rato. La razón se debe a que en principio pareciera muy fácil saber de qué se trata el asunto puesto que está suficientemente ilustrado. Se podría juzgar a primera vista que el tema es ecológico, como la artista misma lo propone, algo así como la difusión que expertos sensibles efectúan sobre la cuestión artística en su esencia.

Baste la explicación de lo anterior: el choque entre denuncia y arte. La simbiosis entre lo natural y lo artificial con un testigo impávido de fondo que somos nosotros seres humanos. Esta es la estructura de la propuesta. La relación entre los elementos deja por fuera un gran territorio que se invita a formar parte de la composición, me refiero al paisaje. La interacción pues es la del “violinista” que asiste la pareja de amantes supuestamente autodestructivos. Pero en realidad es este “violinista”, este tercero, (el paisaje) el que debe moverse.

El tiempo que como espectador debo poner en el proceso de comprensión me muestra a las claras la inmensa pasividad de lo publicitario y con ella de su denuncia. Estamos ante un hecho estético en su más profunda deshumanización o neutralidad. El artista y el público como personas son ese paisaje callado y quieto al que nada importa.

Si esta es la lectura, entonces se reconoce allí la familia que crece al interior de lo étnico. La relación entre cuerpo y tierra es todavía demasiado fuerte. Podemos lanzar la hipótesis aquella de que nada menos evidente que lo evidente, y en consecuencia la necesidad apremiante de analizar a fondo este supuesto mundo transparente que posee asuntos tan claros como el de la crisis ecológica, y asuntos tan oscuros como los de las verdaderas intenciones de clase y pscicológicas de quienes defienden tales causas.

Este ocultamiento de implicaciones económicas y psíquicas contemporáneamente no es exclusivo de ningún área (arte, ciencia o filosofía). Lo encontramos igual en juntas directivas, que en exposiciones o conferencias. Tras las imágenes que EVENESCENTE nos plantea yace más la inconsciencia de clase y psicoanalítica que verdaderamente ecológica, marca identitaria de la contemporaneidad sobre todo en su aspecto mediático-tradicional (televisión, radio, prensa).

Se vuelve forzoso denunciar semejante situación. ¿Crisis ecológica? Sí, por supuesto, pero aún peor crisis económica y psicológica. No son lo mismo estas dificultades ni deben solaparse sin más ni más si queremos aportar en verdad a caminos nuevos. La obra de Olga Lucía Hurtado nos alerta, por lo menos desde mi personal interpretación, sobre estos temas, no importa que la artista sea consciente o no. Insisto en recordarles que la obra de arte es en específico un campo abierto de lectura que no implica que todas las apreciaciones tengan la misma validez.