sábado, 31 de mayo de 2008

COARTADA DE OTRA COSA


DEVOTO DE CORAZONES
Filminuto para celular de James Delgado



Por James Delgado

Me gustaría pensar en un asesinato virtual. Los pixeles son la tierra que nada tapa sino que suplanta. Las combinaciones acechan posibles verdades en medio de gran cantidad de mentiras. No hay algo antes ni después, todo está presente siempre. Casi no importa, lo único que puede quedarse es la tranquilidad absoluta, entonces me quedo hasta donde puedo, ¿y qué veo?

La transparencia no es invisible ni borrosa ni ausente. En ella corren los elementos. He desarrollado cierta firmeza ante el dolor y he sido testigo de lo que hay más allá. Cada vez más, todo es menos necesario. Devoto de Corazones nos engaña. Inmediatamente puede sentirse que es la coartada de otra cosa. Alguien o algo deben estar perpetuando la obra en otro lado mientras somos engatusados por la supuesta presentación. James nos somete a ser conscientes y quedarnos inactivos. Se abre la puerta del otro lado no para que entremos sino para que ellos ingresen. Se invierte la dirección vida-muerte.

Me apoltrono en el lugar escogido y espero la llegada. El lugar se llenará de espíritus hasta que la materia se mueva. Sigue allí Devoto de Corazones pretendiendo no ser visto. Ardid. Consciencia sin causa ni efecto. Parece que hubiera llegado la hora de no hacer. Tarde o temprano se moverá lo sólido y nadie podrá culpar a nadie. Es una ventana por donde entra el aire sideral. Exposición permanente al infinito. Insolación universal. Enfermedad del paseo eterno. Nausea inmortal. Mamá-amante. Momento molesto.

Juntos yacemos engañados conscientemente. Devoto de Corazones intenta decírnoslo pero no le importa. Confía el artista en lo que a través de la obra viene. Consciente e inconscientemente el planeta se atiborrará de energía y los cuatro, cinco o seis elementos pasan a segundo plano. Atranco en la orilla de la inmensidad.

DULCE CRIMEN FEMENINO




ANUDANDO LUZ
Cuadros texturados de Valentina Castro

Por James Delgado

La superficie del cuadro es el lugar donde Valentina se introduce para iniciar su viaje estético. El trayecto entre plano y materia depositada es el terreno en el cual suceden los giros que articulan el pensamiento plástico de Anudando Luz. Como diminutos seres debemos emplazarnos en la imaginación de la artista para poder seguir el camino que nos propone. Son pequeños, pequeñísimos parajes de creación. Hay que conjeturar igual a como lo hacíamos a las orillas del río infantil donde comíamos mango y nadábamos desnudos. Piedritas, arena, sueños desbordados, metáforas imparables, analogías juguetonas. Me niego a descripciones calcantes y opto por sensaciones instantáneas. Llevo tiempo suficiente en la vida como para saber que la brisa permanece aunque no siempre en el mismo lugar.

Subo y bajo por las piolas que Valentina usa para dibujar, ¿qué? No me detengo, sigo como se sigue el cause del riachuelo. Confío en los tiempos de nuestra independencia. No hay color, hay arena, tierra, lodo fresco. No es desierto, es un paraje al interior de la montaña donde el clima protege el clima. Un hallazgo natural.

Camino entre la espesura idealmente despejada. Los sonidos colman mi mente y habla a través mío el momento inolvidable. Te miro y veo el mapa. Es el intervalo anterior a la llegada, el silencio que habla antes de hablar. Sin embargo… espera, espera un minuto, creo que ya arribé, justo en este paraje estoy y sólo hay atmósfera y terreno. No quiero echar a perder el momento, esta vez resistiré, no avanzaré, me mantendré en la imagen, pasaré de largo por el recuerdo.

Tu tierra me tapa, me sepulta cariñosamente, me extermina, me olvida, me desmasculiniza. Dulce crimen femenino descubierto demasiado tarde, hermoso, tejido con tus manos en medio de la belleza ocultando la oscuridad y sin mí para contarlo. ¿Cómo darle armonía a tu obra sin desenterrarme? Quizás quieras quedarte sola en la superficie. En tu mundo yo soy el muerto, macabra interpretación. No obstante alguien tiene que estar abajo. ¿Qué sería de los vivos sin los cementerios, sin las voces absurdas dándonos calor? Alguien tiene que ser la enterradora. Se nos atravesó la truculencia, pero si puedo hablar te prometo que callaré.

viernes, 30 de mayo de 2008

PARA NO ESCUCHAR MÁS LA ENVIDIA



Fue sincrónica la chispa justo en el instante del botón bajando y recordé los derrumbes de esta temporada de invierno, movimiento obligado de la voluntad atrapada por la tecnología y la burocracia, grupo político sin registrar, hueste, bosque, río, montaña, ayer ¿Hay esperanza? ¿Hay lágrimas para beber? Rompí y sin saber tomé partido, me acosté tarde muy temprano en el reloj, reí y morí, me vi, el paisaje era divino, lloraba. Después llovió y fue la música perfecta para no escuchar más la envidia.

miércoles, 28 de mayo de 2008

TRISTEZA DE LA LIBERTAD




MI MAIZAL MARINO
Performance y land art de Camila Duarte

Por James Delgado

Con Camila siento que asisto permanentemente a la desaparición del artista. Las huellas que Camila deja en su labor remplazan no solo la obra sino también al responsable. En este caso estoy ante restos presentes de un tiempo presente, antigüedad del ahora. Lo importante aquí es el pasado-presente, la dimensión acompañante del ayer hacia el hoy. No vamos hacia atrás ni hacia adelante sino que lo remoto viene hacia nosotros.

Creo que esto hace parte de la porosidad contemporánea, su posibilidad multitemporal. Se detiene el tiempo en la obra sin afectar la temporalidad institucional, y en tal desacople germina a mi entender el centro intencional de Mi Maizal Marino.

Puestos en la distancia entre tiempo pasado y presente simultáneos, ocurre lo que afirmo, es decir, el desvanecimiento de la obra y del artista. Son ruinas, partes de un todo que ya no encontramos y respira cósmicamente. Es la muerte también, el cambio, la transformación, la negativa a reencarnar, el espíritu insolente, la evasión de la forma. Camila nos pone en contacto con “otro mundo”, o el otro mundo, el mundo de lo difuntos, de los fantasmas, de las almas en pena, del purgatorio, del infierno, del samsara, ¿del cielo? ¿Pero qué falta puede hacernos el nirvana cuando somos capaces de ir venir de la vida a la muerte y recíprocamente?

El tono ha sido instalado. Mi cuerpo sigue allí-aquí. Mi alma sufre-goza. ¿A qué estamos renunciando? De todas maneras es grato encontrar mundos como éste en un mundo que cada vez se le parece más. Destrucción, desolación, polvo. Así como el futuro se ha vuelto simultáneo, así mismo Mi Maizal Marino es pasado sincrónico. Juntos, pasado, presente y futuro borran el sueño de la continuidad radical. Aparecemos y desaparecemos como en sueños y cada vez es siempre la misma oportunidad. Al final, sigo el movimiento hacia el mar que nada une y todo lo recibe: reflejos de reflejos, tristeza de la libertad.

PERFORMANCE DISIMULADA




DUALISMO VITAL
Pinturas de Onofre Reyes
Por James Delgado

La materia que da sustento a las imágenes de Onofre, nutren en gran medida el sentido profundo de la intención del artista. Volver una y otra vez sobre la sustancia conformadora es principalmente la entraña de estas pinturas. En tal caso, me veo enfrentado a una cercanía casi anterior, o mejor dicho, demasiado presente. El cuerpo, la carne es aquí el lugar de acontecimiento, un performance pictórico que no se desprende del cuadro.

Talvez sea esta performance en el cuadro clásico lo que puede llegar a percibirse como ocultamiento, pero en un análisis posterior dicha resistencia constituye el punto de anclaje al significado de Dualismo Vital. En otras palabras, la elasticidad que sugieren los colores aplicados en el lienzo señala en realidad la relación entre pintor y pintura. Entre Onofre y su obra existe una masa elástica que se delata en el resultado final, y la obra, contemporáneamente hablando, yace más en medio que en uno u otro.

Desplazado pues hacia el lugar verdadero donde sucede el hecho estético de Dualismo Vital, concibo posibles ejercicios para asociarme con el arte de Onofre. Por ejemplo, poner en suspenso por un momento tanto a las pinturas como al artista, y fijar la atención en las acciones que unen ambas partes compositivas. ¿Podría verse esto en las pinturas o en Onofre? Puede ser. No obstante, es esta flexibilidad envolvente entre pintura, artista y relación la que no me permite acomodarme fácilmente en solo uno de los tres. Cada uno se explica por el otro.

En consecuencia hay que afirmar que Dualismo Vital no es solo pintura. En Dualismo Vital se encuentran guiños que van y vienen de Onofre al cuadro, y de estos dos al medio entre los dos. No son solo pinturas disolutas, sino también pintor disoluto que a pesar de su performance, no desea darle relevancia sino dejarlo en la insinuación.

Desde este punto de vista no hay engaño, sencillamente la decisión o serie de decisiones por parte del artista. Queda al lector la sagacidad para ir más allá de juicios maniqueistas, y poder comprender lo que ciertamente sucede. Se trata de un pintor que pinta a pesar de que entre él y su pintura se cruza definitivamente una peripecia tan o más importante que todo lo demás. No propongo con esto que deba ser de otro modo. Es como es, y me advierte sobre la existencia de tal tipo de arte de performance disimulada.

domingo, 25 de mayo de 2008

LA GOUTTE AU NEUZ

Grupo francés que conocí hace algún tiempo en la página musical de trabajos licenciados creative commnons Jamendo. Parece que han desmontando su albúm Ouverture Facile así que si no lo descargaron en el tiempo que estuvo allí lamento informarles que lo están vendiendo a 15 euros (unos 45.000 pesos colombianos) en donde viene incluido este tema Magik Box. Un grupo genial. Disfrútenlo.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Anselm Kiefer

NADA OCULTA NADA




LA ALTA SACERDOTISA
(The high priestess)
Libros de artista por Anslem Kiefer

Por James Delgado

He venido hasta este paraje, dejando atrás responsabilidades, creyendo en la contingencia. Las palabras se entrometen entre Kiefer y yo. Aún así, las texturas de su obra prevalecen. Estoy sintiendo el poder de lo tosco. Ne me queda más alternativa que enclavarme en los recuerdos de Kiefer y de inmediato percibo la diferencia entre el afuera y el adentro.

Es definitivamente un terreno. El artista no está en ningún lado. Únicamente predomina el espíritu. Estoy aquí como en cualquier otra parte y sin embargo aquí sí encuentro ánimo abierto, trabajo sin esclavitud.

Pero no es gratuito, ni esto ni lo otro. Todo cuesta lo mismo y por eso a veces sentimos que es mucho o nada. El precio es leer, interpretar, entrar (si se puede) o por lo menos intentarlo. Leer y escribir, tomar y dar.

Kiefer se está inventando la sustancia, como Dios. De su mano puede nacer efectivamente la vida. Yo siento que puedo ser en medio de tanto cuerpo. Me envuelve la materia y no me noto aprisionado. Muertos de vida.

El intríngulis y yo somos uno, como el cielo y la tierra, aunque en la obra de Kiefer la tierra es el cielo. ¿Y qué soy yo? El Alma. En la obra de Kiefer puedo ser el aliento si mínimamente me atrevo a soplar y confiar. Porque si no se observa y se reflexiona entonces no se pude caer en la cuenta de lo posible.

Un hombre se ha liberado y ha construido un mundo, y en ese mundo estamos todos si queremos, en ese mundo y todos los como él. La única condición es pensar. Alguien dirá que no es viable, alguien que piensa que piensa, o mejor, que no piensa que piensa sino que desespera. Tal vez una tierra le sepulte, tal vez duerma, tal vez medite, tal vez despierte. Y de seguro el bardo, los sueños, los pensamientos y las visiones.

Es imposible llevar lo uno a lo otro, hay que tener fe, conocimiento silencioso, luz clara. Si lo pienso bien, callo. Si callo, veo. Y si veo, invento. Si invento, creo y si creo, crezco. Las imágenes entonces surgen y nada oculta nada.

martes, 20 de mayo de 2008

SHIBBOLETH

Aquí les dejamos con un video donde se registra el trabajo de la artista Colombiana Doris Salcedo en el Tate Modern, que lo disfruten.





domingo, 18 de mayo de 2008

NUESTRA CHOZA



APROPIACIÓN DE ESPACIOS
Exposición del programa de Artes Plásticas en el Museo de Arte Moderno de Pereira

Por James Delgado

En medio de frágiles uniones cual si de una choza se tratara transito por esta exposición. Parece tener suficiente solidez pero en realidad se trata de levedad. Cada obra se relaciona con la otra de un modo débil, apenas quizás el roce de un dedo. Me imagino a un maestro pensando largamente en su escritorio mientras nada pasa a su alrededor, concentrado en la luz anterior a toda manifestación luchando innecesariamente con su sombra.

Me he incorporado y he llegado a un sitio conocido, ya revisado, ya descifrado, ya leído, ya terminado, ya superado pero existente. Recuerdo los bohíos de los Muiscas en Sogamoso. Me siento en las bancas donde seres antiguos compartieron. Tomo fotos, soy un turista. A través del delicado tejido formado por chamizo se cuela la luz y el agua. Hay que tapar los huecos con cartón y plástico.

Esta es una casa pobre pero limpia, bien arreglada. Nada de esto durará, es evidente, pero vendrán en el futuro a imaginar nuestros comportamientos, gente antigua, atrasada, quizás superior y romántica. Pensemos ahora en nuestros indios, los Quimbayas, ¿qué sabemos de ellos? ¿Somos ellos? Probablemente. Se siente el espíritu prehispánico tras la conquista. Tenemos apariencia de españoles e inconsciencia indígena.

Nunca me imagino a dónde voy a llegar cuando escribo estas reseñas. Que oscuro lugar en el que me he metido, más bien cercano. Me explico muchas cosas. Somos un rancho aunque pretendamos ser casa. Esto hay que derrumbarlo, sobre esto no puede construirse nada, hay que romper, separarse, distanciarse, irse. Nadie negará el principio pero sí se alejara. Es bonito desde un punto de vista etnográfico, arqueológico, antropológico y sociológico.

De Sogamoso volví, deberíamos volver también de los Quimbayas. No obstante es imposible, lo que sí es factible sería construir en otra parte, remotamente. ¿Dónde? Se puede, se puede pero sin compasión con el pasado. No me gusta generar este tipo de sentimientos.

Estamos en nuestra granja pues, agradable visita a los abuelos. Manizales ya hizo historia y está por verse si la vuelve a hacer. Empezó a llover y todo se moja aquí adentro, nos esperan nuestros confortables recintos. Las artes plásticas en Manizales tienen el valor de no tener contraste y por tanto conciencia, son lo que son. Seguramente si algo nuevo emerge por fin, aquí nadie lo notará.

Perdón por el enredo entre visión y visión, quizás se trate del plástico que llevo encima para protegerme de las goteras.

viernes, 16 de mayo de 2008

CLIMA DESCEREBRADO



RETROSPECTIVA DE LA OBRA DEL MAESTRO
ALBERTO PINO

Por James Delgado

Tal vez sea verdad que el Maestro Pino tuvo que defenderse del espíritu moderno en el arte, puesto que no he empezado a decir nada y ya me están despachando. Sorteando este incidente logro alejarme y empezar a descubrir el alma del Maestro por allá en una comarca donde me veo a mi mismo yendo a descansar después del colegio. En verdad quisiera haber tenido esa oportunidad, y quizás la tuve.

El tiempo se impone no con su conciencia sino con su naturaleza, hace calor o llueve, adentro o afuera las horas marcan el paso asimilado del que sabe que va a morir y vive tranquilamente. No hay misterios añadidos, no hay necesidad de arte, no hay pretensiones ni luchas. Parece ser el sitio despejado de quien supo desde antaño reconocer el acecho de la miseria. No hay tampoco espectadores del mismo modo que no hay público para el que desayuna sosegadamente con la calma de fondo rodeándolo en su casa.

Yo que estoy en esta época nuestra de tanta calentura, disfruto y aprovecho las visiones que acuden a mí. Tomo el vino que nos ofrecen y no me dejo derribar por lo que dicen que intentó abatir a Pino y tampoco lo logró. Ahí está entonces esa cosecha y yo en medio de ella. Veo tanta esperanza aquí.

Pero no soy nostálgico. Igualmente amo mi estación, mi turno, mi chance y me alegro de tener otro lugar a donde ir después del colegio. Nadie podrá entrar allí si no le reconoce, nadie podrá mellar la época templada que el Maestro Pino construyó para el futuro. Puedo permanecer quieto mientras lo que soy lucha vehemente por nuevos valores. Reposo sobre el vigor de la imperturbabilidad que se emociona listo para morir ahogado de paz. En lo más íntimo del arte que creció en Manizales me acerco imparable a la raíz de los espíritus sempiternos. Contemplo la diferencia con regocijo y ya no veo el abismo que cubría el precipicio. Como el Maestro Pino podemos estar vivos a ciencia cierta en medio del clima descerebrado.

TANTAS ILUSIONES PARA TANTOS DESILUSIONADOS



COLLAGE DE LA PAZ
Artista: Juan Carlos Acevedo

Por James Delgado

Las heridas por donde Juan Carlos se introduce a la creación conforman el relieve de su obra. De ella brotan elementos que gesticulan aunque no sea claro su mensaje. Me tumbo en el pasto perceptivo rodeado de ebrios amigos descompuestos por la mueca. En esta zona el tiempo se liquida, el humo envuelve el área protegiendo sus criaturas. Estamos juntos y no nos vemos: es el júbilo.
Los ecos resuenan y son música. Bailamos intentando no volver. La principal ansiedad que me embarga es la pregunta. Amarro los plásticos de todos lados para tensar el tambor que deviene por sí mismo.
No hay pintura, no hay imagen, hay sonido, sonido del cuero rígido, pequeñas herramientas para coparse de utensilios. El artista se entierra bajo su labor. Estoy repleto y me quedo, el aire es remplazado por el encaje.
Siento que es difícil comunicar lo que percibo en Collage de Paz pero no me preocupo, ya me he acostumbrado a vivir dentro del arte, el centro de la imaginación. En verdad espero reflejar en algo la imposibilidad que vive en esta obra de Acevedo. El arte en este caso contiene la roca dura que desanima y desestiman los facilistas. No hay demasiada jornada entre el plano y el artista, no hay tampoco reflexión cómoda, se trata del trabajo constante que por alguna característica fundamental viene a formarse tal y como la presenciamos en estos collages.
Es pues dicha particularidad el eje del impacto en Juan Carlos Acevedo, movimiento alejado de sí, bocanada corrompida donde la mente ordinaria no logra penetrar, desintegración que Juan Carlos retiene con sus manos como otros artistas cada uno sólo en su cuarto unidos por el vaho.
El espejo inmoviliza el tiempo en grandes baños de contacto amigable. Se escuchan las voces de niños-adultos mientras sus mujeres y parejas se exhiben silenciosas. Un dedito dibuja en la ventana la velocidad sin importancia del paisaje eterno, tantas ilusiones para tantos desilusionados.

LA CIUDAD DEL FUTURO



DIFERENCIA COMÚN
Colectiva de arte contemporáneo

Por James Delgado

El espacio que hay entre las obras de esta exposición colectiva ha sido especialmente fomentado por la diferencia que existe entre ellas. No todas son tan disímiles, sin embargo las grietas son innegables. Se trata de abrir sitio en el sólido reto del futuro e instalar allí lo necesario para ser más y mejores.

Recorriendo estos parajes que Diferencia Común nos formula me descubro en la ciudad. Las calles están listas para abrigar a todo aquel que no tema. En el fondo el horizonte se acerca y revela obras como estás. Es evidente que si estoy en medio se debe al mañana que Diferencia Común logra representar, por tanto no es fácil responder a los cuestionamientos iniciales. Habrá que esforzarnos una y otra vez dando pasos en la pista y estableciendo el ritmo apropiado.

No es silencio, es lejanía, y no del cuerpo sino de nuestras mentes. El pensamiento es desafiado a meterse de nuevo en la carne y disfrutar el porvenir reflejado en el ayer (y viceversa). En consecuencia, el lugar edificado por estas imágenes flota como trozos de universo aún sin descubrir. Imaginémonos tal escena, allá afuera en los confines, ¿quién se atreverá o será capaz de ser el gesto? ¿Hasta qué punto se vuelve obligatorio algo previo, la explicación del artista, el background, la historia del arte?

Si un joven desprevenido viniera ¿sería factible el choque? ¡Debe serlo! Lo que subyace, como dije al principio, es el espacio entre obra y obra, su diferencia, y por este trecho podemos transitar. Requeriríamos, eso sí, más tiempo, pero si no lo hubiera entonces nos quedaría la imaginación.

Hay unas obras allí cada una, cada una. Su labor no es estar unidas sino separadas y de este modo nos transmiten su misión: partir plaza, o sea, inaugurar un evento. Todos estamos aquí como en una fiesta sin motivo, nos reímos, gozamos y nos prestamos a ir un poco más allá. Son edificios-sombra de la realidad y si un grupo de jóvenes viniera estarían sencillamente aquí, como cuando llegan a un parque o una casa o equis institución.

De repente escuchamos a alguien que dice: bienvenidos, soy Zutano, esta es la exposición de arte contemporáneo Diferencia Común, siéntanse como en casa, nos alegra mucho que estén aquí, para nosotros es muy importante hacer conocer nuestra labor, si tienen alguna pregunta con mucho gusto trataré de responderla. Entonces levanta la mano uno de los jóvenes y pregunta: ¿Qué es arte contemporáneo? A lo cual Zutano confiesa con humor: Es una ciudad, la ciudad del futuro.

viernes, 9 de mayo de 2008

LLORAR NO VIENE A SER UN DISCURSO



EL RECORRIDO DE UNA VIDA
Cerámicas de Luisa Fernanda García

Por James Delgado

Siquiera que he decidido y he encontrado el modo de ingresar más allá de donde me había acomodado presa de laureles peligrosos. Para la muestra este sitio donde la obra de Luisa me sitúa. De primera recibo el golpe de su expresión y quedo justo en el momento de la cachetada. No me molesta, por el contrario me sorprende y la ebriedad de la vida se me sube. Ya estoy aquí, divagando entre sombras humanas demasiado humanas, percibiendo el aroma de amantes al borde del dolor, parejas disparejas, organismos anómalos, púber decrepitud contemporánea de nuestra Manizales del alma.

Que nadie pregunte si fui o no fui, que solo se atengan a la clarividencia de lo dicho. Talvez sea una fiebre alta confundiéndome, pero ¿qué más da? Creo ver a la artista en el laberinto de su vida, falsificando como toda dama la carne que se le atora en el núcleo de su ser. De cualquier manera, los sentimientos desbordados que las cerámicas de Luisa nos transmiten, evitan el desperdicio de todo resultado negativo, es decir, el sufrimiento puede redimirse gracias a la realidad del espíritu humano. No importa que esto pueda sonar incomprensible puesto que llorar no viene a ser un discurso. Si uno es capaz de mantenerse dentro de lo sensible, entonces el alma se abre y la oscuridad logra ser amiga.

Hay un trayecto que atravesar: el de la desconfianza. El padecimiento femenino yace en el camino que nos lleva fuera de todo. Creo que el hombre tendrá que recorrerlo a pesar de que en el fondo jamás pueda llegar. Entre piel y piel se instala necesariamente la dolencia que nos seduce. Un beso es la muerte y el sexo es la vida para morir una y otra vez. Las palabras no se encuentran, ni los ojos, ni las angustias, sin embargo hay un lugar, como este que Luisa nos expone, para seguir padeciendo la delicia de la emoción. Trago fuerte de incomprensible sabor.

ESPERO QUE HILES EL VIENTO EN LA AGUJA DE TU LIBERTAD


NO PIERDAS TU TIEMPO, CONSUME CONOCIMIENTO
Acción plástica de La Cuyana

Por James Delgado

El tiempo son lágrimas y las lágrimas son lo más cercano a la piel. Nada está absolutamente separado pero nos las arreglamos para estar solos. Que nadie se incomode. Cruzando por los pasillos obligados del destino hay voces y deberíamos unirnos a ellas. Más allá es acá grita desde el sigilo la propuesta de La Cuyana.

Estoy en el llanto que un clima tropical proyecta. No quiero sonar triste o quejumbroso, o nostálgico, o enfermo, o nervioso. Uno puede también reír, abrazar, darse, pero ineludiblemente sentirá que bajo los pies no hay nada. ¿Amarrarnos? Las mujeres pueden hacerlo, el amor en todas sus variantes, aunque si nos separamos el simulacro nos reemplazará. De cualquier manera resistimos incluso la pura confusión. Deberíamos echar mano del vecino y abandonar las lejanías o mejorar los aparatos de conexión. Estoy o me estoy quedando rezagado, lo sé, por eso llamo. Nadie creerá jamás, o creer nunca será suficiente.

Amigo-amiga rebelde, el brío que dio nacimiento a nuestros padres traspasa la mirada que bebemos para olvidar y recordar. Yo no alcanzo a separarme y estoy obligado a presentarte la percepción de lo rebosado, toma, franquea el trecho entre tú y tú, canta, baila, descubre el carácter que La Cuyana insinúa. Si los ves desaparecer, retén en ti la proclama, la señal, el timbre, la atemporal necesidad. No juzgues, no te precipites. Espero que hiles el viento en la aguja de tu libertad.

Repito, no puedo apartarme. Mi voz surge en coro, la idea es transpersonal. Que bueno sería unir las discrepancias y delatar por fin el subyacente poder de lo inconmensurable, eludir la agresión incomunicable y no temer mentirnos profundamente vinculados. La embriaguez de esta canción nos ciñe con los abuelos de nuestros abuelos y los hijos de nuestros hijos. Sollozamos pero no de blandura sino ante la persistente efigie de nuestra individualidad, disfrutamos y luego brotamos, hartos, al aire.

DE PRONTO SON TRES PUNTOS SUSPENSIVOS


HISTORIAS PARA NIÑOS: La era tridimensional
Pinturas de Diego Sánchez

Por James Delgado

Totalmente magullado por el esfuerzo llego hasta estas pinturas asustado porque quizás no se noten lo suficiente mis heridas. No quiero pensar que Jesuscristo haya pensado lo mismo. Sería como si se pudiera llegar al otro con la absoluta certeza. Concibo a Diego y sus pinturas como a un secreto que tengo que guardarme para mantener la paz, como si estuviéramos enamorados de la misma mujer; yo sé que él se encuentra con ella, pero ¿lo sabe él de mí? Ojalá que no exageren los intérpretes de estas líneas, ojalá que sepan asimilar el empujón que busco dar con el único objetivo de provocar la circulación de la imaginación, no obstante, ¿quién puede garantizarlo?

Ni siquiera he llegado a la puerta y ya estoy metido en problemas. Sé qué a pocos pasos reposan las imágenes que Diego ha construido y mi deseo es solo entrar, pero…

Es mejor detenerse dado que aquí mismo la intención del artista empieza, son cuadros que comienzan desde antes. La superficie recibe un encuentro, un ocultamiento. En dicho camuflaje yace el aturdimiento que siempre me ha perseguido. Para mí ha sido el mayor de los misterios, creo que no pude soportarlo y he sentido cierta admiración por quienes como Diego representan exactamente esto, ¿qué? De mi parte a veces cavilo que tendría que no ser para saberlo, y lo he sabido pues no he sido, pero… de pronto son tres puntos suspensivos.

Ahora bien, la desilusión debe ser de diversas tonalidades. La existencia en su cima exige mayor profundidad y la obra que Diego me muestra requiere requisitos hasta el punto que verla puede ser prácticamente improbable. Yo sé que la veo, que está allí, que puede fotografiarse, con todo, lo que logro ver no es lo que se exhibe. Estoy detenido varios recorridos antes de la superficie tocada, y desde esta distancia únicamente alcanzo a distinguir el intervalo mismo, como si fuera yo, solo yo olvidado de mi más cercana conjunción con lo otro. Aprovecho entonces, permanezco así, inmemorial.

jueves, 8 de mayo de 2008

UÑAS DE PILAS



HISTORIA NATURAL
Ensambles de José Alfredo Alegría

Por James Delgado

La afonía paradójica se vuelve contra sí en los ensambles de Alegría. Consiste en retornos disonantes a la memoria a través de la alusión. Evidentemente no es fácil aunque su espíritu así quisiera presentarse. Reside en esta obra la mezcla maquínica de excesos sobreproductivos a los cuales el artista se enfrenta. Es un mundo de construcciones, añadidos, pegados, atornillados, tuercas y figurines, cables buenos y deficientes, agotamiento del cuerpo conectado.

Asisto aquí al aparato edificado en el basurero del desperdicio. Vivimos en la impureza. La reminiscencia es puro recicle. Se elevan en el aire de la imaginación los densos elementos de un mundo que perece y nace a velocidades cada vez más altas. Hace muy poco tiempo aquellas partículas ensambladas por Alegría componían la unidad de una generación y ahora solo son partes descompuestas que en la ebriedad creativa se rearman definitivamente muertas. Franckestein cristiano, cyborg salvador, robot humano, flor eléctrica.

El cuerpo no se ve pero se siente destrozado en medio del vacío que separa cada porción. Anorexias y bulimias cruzadas por sueños de aceptación. La estética en este caso es parecida al vómito del amor abrazado por el sexo sensual de la felicidad. Uñas de pilas enterradas en las cada vez más escasas pieles de la juventud. Queremos mocedad y para ello nos acostamos con nuestros recuerdos tiernos y corrompidos. Esta es la opción de Alegría y yo la celebro porque alcanzo a soportar, por suerte, el olor de la ficción que ha remplazado la realidad.

Penetrar en estos ensambles no puede lograrse sin cierto grado de perversión “a la moda” que permita el encuentro con lo prohibido. Seguramente atrás habrá un beso y un desgarre, una quimera susurrando en la oscuridad. Siento afuera las voces de la cotidianidad y nuestro tiempo acabándose en este escondite de deseos asociales. Veo nuestros maquillajes estropeados por la humedad y el olor transformándose en perfume. La música substituye nuestros pensamientos, el baile nuestras personalidades y mariposas nuestros cuerpos. Si se llegaran a abrir estas puertas que nos ocultan saldrían millones de plumas agitadas.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Ssssssssshhhhhhhhhhhh


Juan David Hernández


Hernán Grajales


SENSACIONES ELEMENTALES
Pinturas

Por James Delgado

El silencio aquí es diferente al silencio antiguo. Se requiere para acceder un ejercicio, no sé cuál pero lo sospecho: meditación de algún tipo, mutismo. Debe tratarse de un espacio amplio en el cual ambos artistas se ubican, después de lograr el estado adecuado entonces ingresan a él. Yo soy envuelto por la extensión de este esfuerzo contemplativo y quiero, quizás, dejar de ver, me saco lo ojos y los guardo en mi bolsillo. Ahora ya resido en las pinturas que Hernán y David nos proponen.

Ciego pues, no tengo porqué desplazarme. Sencillamente me quedo quieto y siento. Es fresco y juvenil. Hay una pequeña sombra pero aún no es adulta. Disfruto sin preocupaciones, me relajo, registro este momento acariciante y decido permanecer un poco más, como el bebé que aún no quiere nacer. Me resisto a las contracciones. Sin embargo el nacimiento es ya. Permanezco inmóvil abandonándome al vacío que succiona, floto, me deslizo, encuentro la atmósfera, no necesito a nadie, me desprendo, no hay desgarre, es placentero, amor, pequeñas heridas que pueden lamerse, arañones, feminidad, varonilidad tierna. ¿Me estoy enamorando? ¿Otra vez? ¿Cuánto durará?

Estas pinturas se han instalado en mí, no preciso mirarlas, sé que existen y su recuerdo me mima. Debo tener cuidado para no estropear este sentimiento, no sería bueno que pensaran que…

Tu me entiendes, por eso te interpones entre estas imágenes y yo, sólo tú, sólo alguien tan especial como tú puede ponerse en medio, espero no decepcionarte, espero que seas tú, y si no, recordaré estas pinturas, ¡te quiero! dicen ellas, te lo dicen a los ojos, y como no tengo ojos, siguen derecho hasta el corazón, impresiones joviales, lindas, susceptibles, como cuando nos enamoramos por primera vez. No lo olvides, retenlo así, ¿de qué estoy hablando? ¿a quién? ssssssssshhhhhh

¿PIELES o DESOLLAMIENTO?




PIELES
Esculturas de Lorena Álvarez Aguirre

Por James Delgado


Estoy parado frente a estas piezas y de inmediato siento el espacio que hay entre ellas y yo. Recorrer tal distancia me obliga a dejar el pensamiento a tras, no obstante insisto en pensar para no sucumbir a la antigüedad que percibo. Quedo en la distancia y me doy cuenta que se trata de un tiempo anterior a la palabra y debo violarlo para poder avanzar. He aquí la primera clave de esta exposición. Se requiere entrar en el desgarre de lo pre-humano, la salvaje presencia del animal.

Una vez dentro la obra se desvanece, el espíritu arcaico me invade y habito cavernas oscuras que me atraen y rechazo. No logro comprender cómo fue posible. Definitivamente un alma primitiva persiste; esta es la segunda clave. Bárbara prehistoria, sangre, dolor, cuerpo, ausencia de razonamiento, ritual mítico, trance, pérdida, ¿pieles o desollamiento?

Alguien ha asesinado algo y la historia no puede recogerlo. Fue así, sin duda, allí está, la obra de Lorena me lo recuerda. Ojalá nunca volvamos, pero su aliento es inmortal, o por lo menos demasiado duradero. Salgo, regreso a mi tiempo, le doy la espalda al pasado sintiendo su rugido silencioso en el cuello. Nadie sabrá nunca cómo pudo ser, la bestia madre-padre de la cual somos hijos. Adiós, como quien no puede rotar su cabeza para besarse el omoplato, caja de dientes muerde codos, truco de dislocación, malabarismo, fenómeno, circo. Alguien tenía que ser. Me despido, no soy yo. Mañana veré de nuevo estas esculturas y ya no entraré. A no ser…

sábado, 3 de mayo de 2008

Día del Libro

Acción plástica de LA FIRMA en el Cable-Manizales