jueves, 3 de julio de 2008

¡CLARO QUE ERES LIBRE!



GESTOS, LENGUAJES Y FORMAS
Trabajo de Grado de Lorena Aguirre


Estoy enfrente de la obra de Lorena con la necesidad de comprender. Lo negro es muy intenso, como sombras y muerte. La oscuridad en bloque sobre resortes plantea la fragilidad de lo siniestro. No se trata solo de mujeres, es igualmente el encuentro de pesos espirituales, reunión de brujas, feminismo.

Si me acerco para escuchar mejor el parloteo entiendo la calidad sustancial de la mujer, su luto, su sensualidad, su sacrificio, su rabia. La penumbra señala el interior de lo que en las señoras y señoritas se ha quedado vacío y seco puesto que parece no haber razones para justificar el pasado, ¿excepto el amor? ¿Es un despecho? Las damas han quedado quemadas por el rayo de su feminidad y ahora solo tienen ese árbol áspero para aferrarse. Es la escena pos-apocalíptica lustrada aún en la rémora del tic femenino.

La chispa poderosa ha devorado el bosque y los restos son nuestros nuevos dioses. Bebemos las cenizas en el sacrificio de la sobrevivencia y seguramente miramos estéticamente para evadir la ética que nos asesinó. Lo que iba a ser, fue. El movimiento fallecido, las momias, los sepulcros, la piel petrificada. No hay esperanza.

No obstante se sigue, como si el misterio tomara los hilos y el resultado es este: esculturas negras que son prendas de mujer, placer solitario. ¿Qué ha fallecido? Lloramos sin lágrimas sobre las ruinas amando lo que puede aún repetir su espasmo. El punto placentero ha sido abandonado como una flor en el campo, yace allí pero ya no tiene fe, simplemente es.

Goce y expiración, dos aspectos femeninos que se relacionan y me permiten dilucidar mi propio sentido. La artista decide sostenerse entre su piel y su vestido y descubre allí, lo único que puede: su sexualidad. De alguna manera como hombre me aterro y debo resistir, ya lo he venido sabiendo: la mujer contemporánea requiere para serlo exorcizar su pasado rol sexual, sin embargo, debe superar dicho momento puesto que al otro lado requerimos re-comenzar. Por ahora, yacemos justo en este lugar donde lo femenino enfrenta la mayor purga de su historia. Por mi parte entro loco y me despido cuerdo y trato con todo mi ser de soportar la otra mitad del sol. Estoy aquí comprendiéndote mujer, claro que eres libre.

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