jueves, 14 de agosto de 2008

CRISIS ECONÓMICA Y PSICOLÓGICA MÁS QUE ECOLÓGICA


EVANESCENTE
Fotografías de Olga Lucía Hurtado

Con las fotografías que Olga Lucia Hurtado nos propone en EVANESCENTE hay que detenerse un rato. La razón se debe a que en principio pareciera muy fácil saber de qué se trata el asunto puesto que está suficientemente ilustrado. Se podría juzgar a primera vista que el tema es ecológico, como la artista misma lo propone, algo así como la difusión que expertos sensibles efectúan sobre la cuestión artística en su esencia.

Baste la explicación de lo anterior: el choque entre denuncia y arte. La simbiosis entre lo natural y lo artificial con un testigo impávido de fondo que somos nosotros seres humanos. Esta es la estructura de la propuesta. La relación entre los elementos deja por fuera un gran territorio que se invita a formar parte de la composición, me refiero al paisaje. La interacción pues es la del “violinista” que asiste la pareja de amantes supuestamente autodestructivos. Pero en realidad es este “violinista”, este tercero, (el paisaje) el que debe moverse.

El tiempo que como espectador debo poner en el proceso de comprensión me muestra a las claras la inmensa pasividad de lo publicitario y con ella de su denuncia. Estamos ante un hecho estético en su más profunda deshumanización o neutralidad. El artista y el público como personas son ese paisaje callado y quieto al que nada importa.

Si esta es la lectura, entonces se reconoce allí la familia que crece al interior de lo étnico. La relación entre cuerpo y tierra es todavía demasiado fuerte. Podemos lanzar la hipótesis aquella de que nada menos evidente que lo evidente, y en consecuencia la necesidad apremiante de analizar a fondo este supuesto mundo transparente que posee asuntos tan claros como el de la crisis ecológica, y asuntos tan oscuros como los de las verdaderas intenciones de clase y pscicológicas de quienes defienden tales causas.

Este ocultamiento de implicaciones económicas y psíquicas contemporáneamente no es exclusivo de ningún área (arte, ciencia o filosofía). Lo encontramos igual en juntas directivas, que en exposiciones o conferencias. Tras las imágenes que EVENESCENTE nos plantea yace más la inconsciencia de clase y psicoanalítica que verdaderamente ecológica, marca identitaria de la contemporaneidad sobre todo en su aspecto mediático-tradicional (televisión, radio, prensa).

Se vuelve forzoso denunciar semejante situación. ¿Crisis ecológica? Sí, por supuesto, pero aún peor crisis económica y psicológica. No son lo mismo estas dificultades ni deben solaparse sin más ni más si queremos aportar en verdad a caminos nuevos. La obra de Olga Lucía Hurtado nos alerta, por lo menos desde mi personal interpretación, sobre estos temas, no importa que la artista sea consciente o no. Insisto en recordarles que la obra de arte es en específico un campo abierto de lectura que no implica que todas las apreciaciones tengan la misma validez.

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